COTO SAN MARTÍN DEL PIMPOLLAR

COMIENZA LA TEMPORADA

Apertura de la temporada 2010; después de tanto esperar y que parece que nunca llega, por fin ya la tenemos aquí, es un principio de temporada pasado por aguas y nieves, con los ríos crecidos y los pantanos a rebosar, da gusto ver ahora esos ríos que luego con el estiaje casi desaparecen. 

Después de un sistema de selección de cotos algo diferente y muy poca suerte en el sorteo, solo pudimos pensar para la apertura en algo cercano y que no habíamos pescado nunca ( por lo de conocer nuevos sitios ) y decimos pescar el coto de San Martín del Pimpollar.

Nada mas llegar a la Venta de la Rasquilla decidimos dejar el coche en la zona del puente y empezar a pescar desde el limite inferior, mientras nos cambiábamos llego uno de los guardas de la zona y entablamos rápidamente conversación, nos dio gran información sobre el coto y sus zonas, así como algún consejo de cara al oscuro día que teníamos por delante.

El río estaba impresionante, pero en el amplio sentido de la palabra, lo habíamos visto muchas veces desde la carretera pero nunca con esa cantidad de agua, y según nos dijo el guarda, había estado mucho mas alto;  encima estuvo lloviendo gran parte del día con lo que poco a poco nos fuimos empapando. Con los ánimos altos que solo la apertura te puede dar, aguantamos como jabatos lluvia, viento y marea...

Hasta el punto de la imagen anterior no movimos ninguna trucha, encima la caña del narrador tuvo un "pequeño" percance, que termino con el cambio de la misma; vamos que entre la lluvia, el frío, la rotura de la caña y sin picadas... las cosas no pintaban todo lo bien que uno desea para una apertura. Pero aun con todo en contra, nuestra moral seguía alta ( tenemos mucha moral ) y continuamos lanzando nuestros señuelos...

Y al fin obtuvimos recompensa, esta pequeña preciosidad se dejo engañar a cucharilla, y justo a los pocos lances seguidos, una trucha de unos 35cm ataco la cucharilla de mi compañero a escasos centímetros de nosotros, vamos que le vimos hasta el carnet de padre... pero por estar un poco desentrenados por el parón invernal, los nervios pasaron factura.

Los lances continuaban pero sin ninguna picada mas, vimos algún seguimiento pero sin que llegaran a morder, en muchos tramos tuvimos que aumentar el peso y tamaño de la cucharilla, así como usar pequeños peces artificiales.

Con el bocata a la espalda y por debajo de esta mini-cascada hice este posado, los ánimos poco a poco iban cayendo pero aun así nuestros lances seguían martilleando el río.

Pasada una represa que formaba una pantanada, la cual no nos deparo ninguna sorpresa, llegamos a una zona llena de saltos y pozas, tramo que nos había comentado el guarda al principio de la mañana por ser duro de andar, pero menos pescado; este punto nos deparo una cálida bienvenida, con 2 truchas, amen de por lo menos unas cuantas picadas mas, las cuales no logramos llevar a buen puerto.

Esta preciosidad nos deparo un grato entretenimiento, por sus cabriolas, sin ser de gran porte dio mucho juego, pero como todas las truchas del día...

Acabaron en el río, aunque con lo frías que estaban las aguas casi parecía un castigo divino tener que meter la mano en el mismo. Por la tarde estuvimos en la zona del pueblo, sacamos otra trucha, y alguna picada mas pero sin ser truchas de un tamaño escandaloso; como el frío fue en aumento, decimos dar por finalizada la primera salida de pesca del año, recogimos los bártulos y para casa.

Con lo mal que siempre se nos ha dado la apertura, el día del Pimpollar fue todo un triunfo, no sacamos nada del otro mundo pero nos quito el mono que teníamos acumulado.